domingo, 26 de febrero de 2012
¿Hago lo que veo?
Todos nosotros somos conscientes de lo importante, o mejor dicho, determinante que resulta la influencia del ejemplo a seguir en los niños. Influimos nosotros, los profesores, pero sobre todo el modelo familiar. ¿Podemos los profesores llegar a modificar las conductas en los niños derivadas de un ejemplo negativo o está fuera de nuestro alcance? ¿Tenemos la suficiente influencia para reorientar los modelos a seguir que le rodean a través de los medios de comunicación? ¿Somos los adultos coherentes con nuestra actitud y lo que queremos conseguir en los niños? ¿Es posible predicar sin ejemplo? ¿Podemos los adultos conseguir convencer sólo con la palabra y sin el ejemplo? Existen algunos artículos sobre este tema y coinciden en insistir en la coherencia que deber existir entre la actitud y el mensaje que lanza el adulto?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me parece muy interesante tu reflexión sobre la importancia que tienen los modelos que se ofrecen a los chicos y chicas desde la infancia, tanto por parte de la familia, como del profesorado y ¡por supuesto! de los medios.
ResponderEliminarEl vídeo me parece impactante, gracias por tu aportación.
Gracias por tu reflexión. La verdad es que cada vez estoy mas convencida que los niños muestran las actitudes y comportamientos que viven en sus casas. Pero no podemos olvidarnos que todo su entorno, incluidos los docentes, también ejercemos una gran influencia. Es cierto que ellos como nativos digitales tienen y van a desarrollar unas características diferentes a las nuestras y tampoco debemos olvidarnos de toda la manipulación publicitaria que sufren a diario. Por tanto ¿podemos influir los docentes en algo? Yo creo que sí, especialmente cuando te muestras como eres y cuando hay una implicación y un interés real por el aprendizaje de tus alumnos. Ellos perciben cuando esto es así y muchas veces te lo agradecen personalmente.
ResponderEliminar